Y finalmente fuimos toda la familia a esquiar. Hemos elegido la estación de Romme Alpin, más que nada porque era la más cercana. La tenemos a una hora y cuarenta minutos de casa. Las referencias que teníamos eran variadas, algunos nos decían que era muy pequeña y otros que estaba muy bien. El año pasado Alfredo se hizo un esguince el fin de semana que pensábamos ir y, para cuando estuvo bien, no había nieve. Pero este año ha habido mejor suerte. Viendo el plano de pistas a nosotros ya nos acomodaba y la verdad es que, una vez allí, cumplió nuestras expectativas con creces.
Aquí el plano de pistas
Nicolás en su primer día de esquí, menudo control, es un "pro" como él mismo dice ;)
Alfredo ya había esquiado varias veces, pero esta vez, para acompañar a su hermano en el debut, alquiló una tabla. Está hecho otro pro.
Mariola ya es una experta, bajó incluso por una pista negra.
Como veis, todos con casco. No era obligatorio para los adultos, pero estaba incluido en el paquete de alquiler, así es que...
- En cuanto a precio del forfait el mismo que el de Valdelinares, y como alguna pequeña del Pirineo (Espot por ejemplo también vale eso) o sea que proporcionalmente más barato (aquí todo cuesta como un 10% más)
- Servicios, los típicos de una estación: restaurantes, escuela, alquiler... Pero el precio de las comidas es el de cualquier otro sitio, incluso más barato. La hamburguesería, por ejemplo, tenía el precio de un Mc Donalds.
- La "cabaña de picnic" es un sitio a cubierto y con calefacción en el que puedes llevarte tu comida. Allí había un guardarropa. Este consistía en unas estanterías donde dejar tus cosas, sin ningún tipo de vigilancia. En el sitio había agua y vasos de plástico, microondas para calentarte la comida. además de un pequeño quiosco donde tomar café, o algunas cosas sencillas y que además era muy barato (perrito caliente 15 kr, tipo Ikea vamos).
Esto hay que repetirlo. Porque lo pasamos fenomenal.
Au! Cacau!