Bueno, pues ahora ya empezamos a dar uso a todos esos artilugios que vendían en las tiendas. Ya tenemos rasqueta para el parabrisas, hemos cambiado las alfombrillas del coche por unas de goma (menos mal) y seguimos adentrándonos en el maravilloso mundo de la nieve. Este finde fuimos a tirarnos en pulka (lo que viene siendo trineo). Lo primero y más difícil, fue decidir el modelo. De entre todos los que había elegimos estos tres:
una pala convencional, barata y efectiva;
esta especie de plato, que Nicolás probó en el cole y le gustó mucho;
esta especie de tabla de surf para nieve, más cara que el trineo grande, pero más chula y también caben dos.
Además encontramos nuevos objetos como este "hacedor de bolas de nieve" (nunca te acostarás...)
Y allá que nos fuimos a estrenarlos. PREPARADOS, LISTOS, ¡¡YA!!
La subida menos divertida, aunque igual de resbaladiza, cuidadín!!
Mientras ellos se tiraban ladera abajo, yo aproveché para salir a dar una vuelta corriendo, y ya que estaba cerca, fui al circuito del bosque al que solía ir cuando vivía en la residencia. Nevado es, si cabe, más bonito todavía. Para no resbalar me he agenciado unos "minicrampones" y tengo que decir que funcionan de maravilla por el bosque, no así donde debajo hay asfalto, que vas todo el rato haciendo ruidito, y ya sabéis como soy para eso de los ruiditos...
Lo dicho, mucho sufrimiento ;)
besitos